ESCRIBIENDO DESDE LA COLA DEL DRAGON (Un recuerdo personal de Paul Gallez)

Perfiles

ESCRIBIENDO DESDE LA COLA DEL DRAGON

(Un recuerdo personal de Paul Gallez)

 

Por Mario R. Montani

Conocí por primera vez al profesor Gallez a fines de 1969 cuando, con 18 años recién festejados, cumplía yo una misión de corto plazo acompañando en su prédica a los misioneros regulares de mi ciudad, en preparación para mi propia misión que comenzaría un año y medio más tarde. Pero, por aquel entonces, yo no sabía que estaba conociendo a Paul Gallez. Además, debo reconocer con vergüenza, que no tenía la menor idea de quién era Paul Gallez. Sí recuerdo a un hombre amable y perspicaz abriendo la puerta de su casa en Perú al 300 e invitándonos a pasar para conversar con él.

Esta auténtica pero escasa reminiscencia me obliga a reiniciar el relato desde otro extremo.

El Profesor Gallez nació en Bruselas en 1920. Según él mismo reconocía con cierta ironía, la única ciudad de Bélgica donde los habitantes eran belgas. El resto del país se dividía entre valones, culturalmente francófilos, y flamencos que emplean el idioma holandés. Doctorado en Ciencias Diplomáticas y licenciado tanto en Ciencias Políticas como en Ciencias del Desarrollo, fue miembro de la Comisión de Recepción de niños españoles refugiados en Bélgica durante la guerra civil (1937-1939). Fundó y dirigió una cadena de hogares-escuela para hijos de deportados belgas. Sus estudios lo llevaron a Alemania, Austria y Francia. Durante su permanencia en París, al final de la Segunda Guerra Mundial, el Estado Mayor de Eisenhower lo designó para reorganizar la administración del Tirol.

Después de cuatro años en España llegó a Buenos Aires con una carta de recomendación de José Ortega y Gasset. En una etapa posterior recaló en Bahía Blanca, donde aceptó una cátedra de Economía en la Universidad Nacional del Sur. Aquí conoció a su esposa Esther, con quien tuvo dos hijas.

Fue becario de la Fundación Alexander von Humboldt (Bonn) y de la Comisión Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Buenos Aires).

Como historiador, ha sido alumno de Jacques Pirenne. Ha publicado en la revista de la Academia Nacional de la Historia, en la revista “Historia” y en la revista “Karukinka” (las tres de Buenos Aires).

Como geógrafo, fue discípulo de Carl Troll. Ha publicado estudios de geografía patagónica y de protocartografía sudamericana. Ha tomado parte en numerosos congresos de geografía en Argentina y en Europa. Brindó conferencias en numerosos Institutos de Geografía de Europa. Ha sido profesor de Geografía en las Universidades de Bahía Blanca y de Trelew (Patagonia) Fue corresponsal para América Latina de “Imago Mundi”, revista de la Sociedad Internacional de Historia de la Cartografía (Londres) y de Bibliographia Cartographica (Munich). Ha fundado la Asociación de Ciencia Regional; ha representado en Argentina la Association de Science Régionale de Langue Française (París) y la Regional Science Association International (Philadelphia). Ha dado conferencias sobre temas de desarrollo regional en las universidades de Amsterdam, Bonn, Estocolmo, Filadelfia, Gotinga, Hamburgo, Karlsruhe, Lieja, Londres, Madrid, París y San Galo. Ha sido secretario de la revista “Estudios Económicos” de la universidad de Bahía Blanca, y director de los Cuadernos de la Asociación argentina de Ciencia Regional.

Como lingüista, fue traductor del Instituto de Economía y del Instituto de Ensayos de Materiales de Bahía Blanca, y profesor de francés, inglés y alemán en Valladolid (España) y en la universidad de Bahía Blanca.

En ingeniería, ha contribuido a introducir en España la fabricación del hierro esponjoso según método sueco, y en Argentina el sistema Azbe de hornos de cal. Ha publicado en la revista “Montes” de los ingenieros de Montes de España. Ha sido secretario de la revista “Ingenium” de los ingenieros de Bahía Blanca. Ha presentado en el Vº Congreso argentino de Ingeniería (Córdoba 1966) un trabajo que fue declarado “de alto interés nacional”.

Ha sido autor de 200 artículos y libros publicados en 16 países: Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, India, Inglaterra, México, Suiza y Uruguay. Ha dado conferencias en 12 países de América y Europa.

Fue miembro de la Société des Américanistes, la Sociedad Internacional de Historia de la Cartografía, la Real Sociedad Geográfica de los Países Bajos, el Consejo Académico de la Sociedad Científica Humboldt, la Internationale Coronelli-Gesellschaft für Globen- und Instrumentenkunde, la Asociación de Ciencia Regional de Lengua Francesa, la Regional Science Association International, el Instituto de estudios históricos Tierra del Fuego, la Sociedad Argentina de estudios Geográficos, la Sociedad argentina de Estudios Clásicos, la Sociedad argentina de Estudios Americanos, etc.

Su biografía ha sido publicada en : Dictionary of Latin American & Caribbean Biography, Men of Achievement; Directory of European Americanists; the International Who’s Who of Intellectuals; the International Who’s Who in Community Service,  Who’s Who in America.

Fue fundador y director del Instituto Patagónico de Bahía Blanca, donde ha desarrollado gran parte de sus estudios protocartográficos.

En 1973, durante un congreso en Comodoro Rivadavia, escuchó por primera vez a Enrique de Gandia hablar de mapas anteriores al descubrimiento en los que se describía el estrecho de Magallanes. Interesado en el tema, viajó a Londres, París, Madrid y Bruselas y sus investigaciones lo llevaron a la conclusión de que lo que se denominaba “la cola del dragón” en ciertos mapas antiguos no era otra cosa que la costa de Sudamérica. Plasmó su tesis en el libro “La Cola del Dragón” que fue publicado en Alemania en 1980 y en la Argentina diez años más tarde. El Profesor Hanno Beck, en su prefacio a la obra declara:

“El profesor Paul Gallez, investigador belgo-argentino conocido internacionalmente como fundador del Instituto Patagónico, retoma en este libro un problema antiguo para darle una nueva orientación. Hace mucho que se conocen mapas y globos de los siglos XV y XVI, donde América del Sur está unida a la China como la rama de un árbol a su tronco; pero nadie había jamás estudiado sistemáticamente esta Cola del Dragón Chino, que se consideraba solamente como un error, desprovisto de importancia científica. El profesor Gallez ha tomado estas representaciones cartográficas en serio. Ha demostrado que bajo el error y la fantasía se esconden la verdad y la realidad; ha descubierto la red completa de los grandes ríos sudamericanos en un mapa dibujado por un cartógrafo alemán antes del primer viaje de Colón a las islas del Caribe.»

Al cumplirse los 500 años del descubrimiento de América escribió una serie de artículos sobre los predescubrimientos, incluyendo a Fenicios, Egipcios, Chinos y Vikingos. También analizó la propuesta del Libro de Mormón de israelitas en el hemisferio occidental. Esos estudios se incorporaron a un nuevo libro en 1994.

Finalmente, en 1996, publicó una nota en el diario La Nueva Provincia, con el título “Protosemitas en el tardiglaciario americano”. Algunos meses más tarde me atreví a escribirle la nota que transcribo:

Bahía Blanca, 12 de Abril de 1997

Paul Gallez

Perú 339

8000 – Bahía Blanca

De mi mayor consideración:

Habiendo leído con sumo interés su artículo “Protosemitas en el tardiglaciario americano”, publicado en el suplemento de La Nueva Provincia, Ideas Imágenes del 17-10-96, me permito hacer algunas aclaraciones que se relacionan con el Libro de Mormón, allí mencionado.

Uno de los párrafos de la exposición declaraba: “Otra teoría muy conocida es la de los Mormones, que pretenden descender de judíos llegados a América desde el Hadramat bajo la dirección de Lehi hacia el 600 a.C.”

Habla muy bien de su amplitud de criterio el citar este libro sagrado como fuente de información histórica y arqueológica, ya que, en general, los estudiosos suelen dejarlo de lado por sus implicaciones religiosas.

No obstante, los Mormones, miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, entre los cuales me cuento, no creen ser ellos  descendientes de Lehi y su familia. Lo que creen es que los indios americanos, en cierta proporción, lo son. De modo que la frase, tal como está expuesta, es únicamente cierta en el caso de miembros de la Iglesia de origen amerindio.

Hacia el final del artículo y refiriéndose a Aldo Ottolenghi y la estatuilla de Fawcet hallada en la Amazonia con escrituras en hebreo antiguo, concluye: “no ha encontrado ni descubierto el itinerario de estos protosemitas que han traído su cultura a América, como tampco han encontrado los Mormones el camino de sus antepasados”.

Para intentar una respuesta sería útil un pequeño resumen de las creencias de los Santos de los Ultimos Días al respecto, utilizando para ello las denominaciones que parecen más acertadas.

1) MIGRACIONES ISRAELITAS POSTMOSAICAS

a) Lehi (sus descendientes identificados como nefitas y lamanitas) partió de Jerusalén aproximadamente 600 años a.C. y antes de la destrucción de la ciudad por los ejércitos de Nabucodonosor (587 a.C.). La mayor parte del Libro de Mormón se ocupa de este grupo y sus generaciones posteriores.

Aunque el libro de Nefi no identifica el lugar exacto del arribo de Lehi, sí lo hizo José Smith, quien tradujo los antiguos anales por inspiración divina. Influído por este mismo poder, declaró que el desembarco se produjo en el actual Chile, a los 30 grados de latitud sur (A Dictionary of the Book of Mormon, Salt Lake City, 1929, p.252).

Conociendo los puntos de salida y llegada es posible imaginar, ya que no hay huellas en el mar, la travesía por el Océano Indico y el Pacífico Sur. A partir de ese momento, y ya en tierra, la colonia de Lehi comienza a desplazarse constantemente hacia el norte. El lenguaje escrito de los nefitas se componía de “la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios” (1 Nefi 1: 3). Al respecto sería interesante señalar que la lengua de los indios mahua tiene caracteres semíticos y los indios campa, en los Andes, presentan símbolos egipcios.

b) Mulek (sus descendientes identificados como mulekitas) salió de Jerusalén once años después que Lehi, al momento de los ataques babilónicos. Fue conducido por mar a la tierra del norte (ver Omni 14-16; Mosiah 25:2; Helamán 8:21). Sus incursiones hacia el sur los pusieron finalmente en contacto con los nefitas. Por algunos nombres propios, pareciera que entre el grupo de Mulek hubiese marinos de origen fenicio, aunque es una especulación no confirmada en el relato. Su idioma se había corrompido y ya no podían entenderse con los nefitas. Es posible que no conservasen idioma escrito (Omni 17-18).

2) MIGRACION PROTOISRAELITA

La nomenclatura me parece más apropiada que Protojudía, ya que Judá era sólo una de las doce tribus de Israel. Esta migración, de acuerdo a la cronología del Libro de Mormón, se produjo en la época de la torre de Babel y la confusión del lenguaje (aproximadamente 2200 años a.C.) Fue guiada por Jared y su hermano, quienes, en respuesta a sus oraciones, conservaron el idioma original de sus antepasados. La travesía se llevó a cabo en barcos de muy especial diseño, quizás para soportar condiciones oceánicas aún cercanas al Diluvio. La historia se relata en el Libro de Eter.

No resulta incoherente con esta información la propuesta de Ottolenghi de que la estatuilla de Fawcett “proviene de una etapa anterior y más antigua del desarrollo del hebreo cuadrado clásico, que se puede clasificar como perteneciente al 2.000 a.C., aproximadamente, con influencias aramea y de hebreo antiguo” (Ideas Imágenes Nº 192 – La Estatuilla de Fawcett)

O “Ottolenghi identifica signos gráficos muy parecidos a los de las grutas pirenaicas y a los del alfabeto hebraico, en una piedra hallada en Uruguay, de antiguedad muy dificil de definir, y en una inscripción descubierta en La Rioja, Argentina, fechada en 2400 a.C. aproximadamente”. (Ideas  Imágenes 17-10-96 Protosemitas …)

3) MIGRACION PROTOSEMITICA

Para la doctrina mormona, esta migración se produjo en sentido inverso (Ver Doctrina y Convenios Secc.116). Es decir que la actual América fue la cuna de la civilización (es interesante el paralelo con algunas teorías de Florentino Ameghino) y recién en la época de Noe (después de 5 meses de derivación del Arca) se estableció en la región de Ararat. Encontrándose Sem entre los viajeros del Arca, las denominaciones presemitas y postsemitas implican, para los Santos de los Ultimos Días, no sólo una diferenciación conológica sino también geográfica.

Otra migración independiente parece ser la conducida por Hagot (Alma 63:5-8) desde América hacia la polinesia, que se acerca a las modernas teorías planteadas por las expediciones de Thor Heyerdall.

El Libro de Mormón presenta testimonios internos de su origen hebreo. Un estudio de las formas utilizadas en su estructura, desde diversas variantes de paralelismo hasta asombrosos ejemplos de quiasma, sería muy ilustrativo.

Esperando que estos breves comentarios puedan serle de utilidad con respecto a nuestras creencias, y agregando que no los hago llegar en representación de la Iglesia, sino a título puramente personal, quedo a su disposición para ampliar lo expuesto y le saludo muy atentamente.

MARIO R. MONTANI

 

Algunas semanas más tarde recibí una amable carta suya invitándome a visitarlo. Preparé todos los materiales que pude y partí, un poco temeroso, al encuentro. Mi primer sorpresa fue reconocer que la casa de Perú 339 era la misma que había visitado casi 30 años antes y que quien me abría la puerta era el mismo señor con quien había conversado por aquel entonces. Allí comencé a conocer a Paul Gallez…

Tenía un amplio estudio de bibliotecas excedidas y libros apilados en escritorios y sobre el piso. Colocamos nuestros materiales sobre una gran mesa y comenzamos a trabajar. A él le interesaban 1) el lugar de llegada de Lehi y su colonia. 2) Los probables recorridos de Mulek (Este tema terminó relacionado con los fenicios en América, aspecto que él domina ampliamente, ya que nombres como Zarahemla y Gidgidona parecen ser de ese origen) 3) Los jareditas y la época de Babel y 4) Nuestra particular creencia de que el hombre se desarrolló originalmente en América y recién con el Diluvio se trasladó a Asia. Después de agotar estos temas le presenté un resumen de las citas que he estado recopilando sobre el Libro de Mormón y sus evidencias comprobatorias mediante estudios externos al mormonismo. También hablamos del quiasmo. Le regalé una edición triple, ya que el Libro de Mormón que poseía no incluía Doctrina y Convenios y lo iba a necesitar para analizar las evidencias del origen americano de Adán. Hablamos sobre la computadora, las posibilidades infinitas que presenta, pero que ambos la utilizamos básicamente como una máquina de escribir potenciada. Vino a saludarme su esposa, una adorable mujer que fue profesora de literatura.

Me regaló varios de sus libros y un simpático marcador que conservo con aprecio. Insistió en que yo debía publicar mis investigaciones y que me abriría las puertas para hacerlo, pero por aquel entonces mi timidez y falta de experiencia eran un obstáculo importante. Le expliqué que yo no era un catedrático ni nada parecido y que simplemente me entusiasmaba el tema que compartíamos. Me respondió que en estos asuntos “o se es entusiasta o no se es nada” y que a la hora de investigar “son más importantes las horas que uno dedica que los títulos que posea”. Quizás sin darse cuenta ayudó a sellar el destino de “escriba-filósofo-autodidacta” que me ha perseguido desde entonces.

En 2007 Paul Gallez abandonó nuestra ciudad y nuestro mundo, al que había ayudado a definir. Tal vez otras regiones impensadas requieran de buenos cartógrafos e investigadores.

Algunos meses atrás, en una actividad de donación de sangre patrocinada por la Iglesia, conocí a Isabel, una de sus hijas, responsable del área de hemoterapia del Hospital Penna y fue bueno recordar con ella a su papá… También fue bueno saber que en la elusiva Cola del Dragón la vida continúa…

 

 

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3 comentarios el “ESCRIBIENDO DESDE LA COLA DEL DRAGON (Un recuerdo personal de Paul Gallez)

  1. ernesto dice:

    Excelente. Muchas gracias por este rescate. Una joya.

  2. Leandro dice:

    Gracias por compartir sus experiencias personales y sus estudios, voy a sugerir su pagina a mis amigos y otros miembros de la iglesia, en mi opinión considero que sus reflexiones y estudios son muy útiles para aclarar muchos aspectos del cual no hemos recibido información.

  3. Javier dice:

    Admiro tu sencillez a pesar de tu gran bagaje cultural. Te he estado leyendo en estas últimas semanas y pienso que eres una persona con grandes dotes discursivos y nada pretencioso (algo raro en miembros de la Iglesia con la formación que tu tienes). Pienso que deberías publicar tus escritos en un libro… claro que perderían la gran riqueza de ser un diálogo como lo permite el formato de blog.

    Saludos.

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