ARTE Y RELIGION
Artes Plásticas
Artistas Plásticos Mormones
JUAN ZAMUDIO
Desarrollo artístico y crecimiento personal
Juan Zamudio (John Zamudio, como se lo conoce en EEUU) es un reconocido artista peruano miembro de la Iglesia. Permitámosle contar su propia historia:
“Nací en Lima, Perú. Cuando tenía dos años, jugando con mis amigos tropecé y caí sobre llamas expuestas. Mis dos manos se quemaron de gravedad y me quedaron serias cicatrices en el tejido. Algunos de mis dedos estaban desfigurados y no podía moverlos o doblarlos. Perder el movimiento natural en ellos fue una batalla que tuve que enfrentar por muchos años. Dos años más tarde, cuando ya tenía cuatro, presencié una tremenda explosión en una fábrica de fuegos artificiales de la localidad. Deshechos volaban y el cielo estaba encendido hasta donde mis ojos alcanzaban a ver. Me impactó de tal modo que la primera noche tuve una altísima fiebre y no pude dormir por varias semanas. A partir de esa explosión adquirí una tartamudez irreversible.
Al iniciar la escuela con estas obvias limitaciones físicas, fue difícil hacer amigos. Mi habilidad para hablar era tan limitada que sólo podía decir algunas pocas palabras antes de comenzar a tartamudear. Mantenía mis manos escondidas para evitar las bromas y fastidios típicos de los niños”.
“Todos los días permanecía en el salón de clases para dibujar o leer libros. Deseaba ser aceptado, pero no podía participar y jugar con los otros durante los descansos.
Mi madre se sentía culpable por mis desafíos y estaba enfocada permanentemente en ayudarme a superarlos. Me estimuló cuando comencé a dibujar y constantemente me ayudaba a mejorar mi nueva pasión. Poco a poco, descubrí que mis dibujos progresaban. Había desarrollado una nueva habilidad con esas manos. Mi mamá me dijo que recibimos desafíos en nuestra vida para que podamos desarrollar nuestras debilidades, hacernos más fuertes y ayudar a otros. Cuando tenemos algo que mejorar y lo hacemos adquirimos mayor capacidad de ayudar a otros. La felicidad no proviene de circunstancias externas. Es una actitud interna que proviene de adentro de las personas. Me enseñó que la felicidad no es una meta. Es el modo de vivir cada día”.
Sometido a diversos estudios y tratamientos, incluyendo resonancias magnéticas, para ayudar con su tartamudez, todos los especialistas estuvieron de acuerdo en que no era una limitación física, sino sicológica, y no había mucho para hacer. Uno de los doctores declaró que, si tuviese una experiencia similar a la de la explosión, tal vez pudiese mejorar o empeorar por completo su situación.
Ya desde pequeño, su vocación por el arte y las ciencias era muy marcada y le permitió recibir varios premios a nivel educativo. Finalmente, se ganó el aprecio de los directivos escolares y sus compañeros.
“A la tierna edad de siete años, aprendí que una actitud positiva nos da la energía para mejorar cualquier cosa. Depende de nosotros si tomamos los eventos de la vida de forma positiva o negativa. Nosotros decidimos que tipo de vida queremos. Aquellos que tartamudean, pronto se dan cuenta cuando una palabra va a ser difícil de pronunciar. Aprendí un truco. Reemplazaba muchas palabras por sus sinónimos en fracciones de segundos cuando hablaba. Me encantaba leer los diccionarios. Esto me ayudó a expresarme mejor. Podía hablar más fluidamente y mejorar mis patrones de locución de modo que ocultaba mi tartamudez. Esta sed de conocimiento y progreso personal me costó mucho tiempo, esfuerzo y lágrimas”.
A los 15 años, conoció el evangelio restaurado y se bautizó en la Iglesia. A los 17 ingresó en la prestigiosa Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, donde aprendió las técnicas de pintura al óleo, grabado y escultura. En 1991 pasó a estudiar pintura en el Museo de Arte de la Quinta Vergara, en Viña del Mar, Chile. A los 19 años fue llamado como misionero regular, sirviendo en la Misión Perú Lima Norte, que incluía las zonas de Ventanilla, Iquitos, Chimbote, Huaraz y el Callao.
“Durante ese período había mucha convulsión política y ataques terroristas. Un milagro ocurrió. Un coche bomba explotó justo frente a nosotros. Mi compañero y yo, extrañamente, no recibimos heridas. Pero después de esa explosión, descubrí que ya no tenía tartamudez”.
Después de su misión, Juan enfrentó la decisión de una carrera que le permitiera ser un proveedor para su futura familia y optó por la administración empresarial. Esto le brindó un lucrativo ingreso por los siguientes 15 años. Sin embargo no era feliz.
“Sentía un vacío en mi corazón. Extrañaba la tranquilidad y paz mental que había conocido al pintar. Pensé que estaba en el sendero equivocado. Se suponía que debía usar mis habilidades artísticas que tanto me había costado desarrollar. Finalmente, en 2004, tuve el coraje de cambiar, no quería llegar a viejo preguntándome por qué no había luchado por mis sueños”.
Aprovechando su conocimiento del mundo de los negocios, creó un sitio web y un plan que le diera exposición internacional. Su inspiración personal lo condujo hacia el arte de lo Divino y a dar expresión a las doctrinas y normas de la Iglesia.
“He creado pinturas mostrando a Jesucristo en diferentes tiempos y culturas. Me encanta conocer y pintar personas reales de todo el mundo. En la medida que comencé a incorporarlos en mi trabajo, tuve exhibiciones en diferentes países de Europa, Norte y Sud América. También comencé a recibir invitaciones para hablar en conferencias motivacionales contando mi experiencia”.
“Lo que al principio fue una razón para avergonzarme, hoy en día es motivo de agradecer a Dios infinitamente, pues gracias a las quemaduras en las manos descubrí el arte de pintar”.
Actualmente, Zamudio es uno de los pintores que aparece regularmente en las revistas oficiales de la Iglesia.
“Tengo el privilegio de tener la mayor parte de mis pinturas originales de Jesucristo en los edificios de oficinas de la iglesia en América del Sur, México, y Salt Lake City. Hago exposiciones de mis pinturas en varios países de Europa, América del Sur, y los EE.UU. Todas mis pinturas implican personas y culturas de diversas partes el mundo”.
Juan apoya a diferentes fundaciones que ayudan a los niños a desarrollar sus habilidades artísticas y descubrir su potencial. Ha aparecido en BYU Channel, KUTV 2, KSL 5, TELEMUNDO 50, UNIVISION 32. Ha sido nominado para el Peruvian Pride Award, promovido por el Congreso del Perú y para el TUMI USA Award, 2016.
“Pinto a Jesucristo pues El representa el amor y la unidad entre todas las culturas humanas. En el pasado, hablar en público era otro motivo para sentirme avergonzado. Sin embargo, hoy, tengo el honor de hablar en español, francés e inglés para entusiasmar a las personas a seguir sus sueños y alcanzar sus metas”.